hay una inmensa capa de aire,
en unos sitios muy gruesa y en otros más fina.
No la vemos precisamente porque es de aire,
pero, si pudiéramos ver esta capa,
nos parecería llena de altas montañas
y profundos valles.
Los hombres que estudian el tiempo llaman a estas montañas de aire áreas de alta presión o anticiclones. Son zonas de buen tiempo y de cielos soleados.
En cambio, los valles de aire son designados con el nombre de áreas de baja presión o borrascas.
El aire caliente y húmedo de estas zonas se mezcla con el aire frío y seco de los anticiclones y forma cielos grises y tristes con lluvia o nieve.
El contacto entre las zonas frías y calientes produce el viento.
Cuanto más alta es la montaña de aire
y más bajo el valle,
tanto más fuerte soplan los vientos.