Hay ríos en los que nunca podrás nadar. Ríos que pueden deslumbrarte con
su brillo, asfixiarte con su olor y quemarte con su calor aunque no estés dentro de ellos.
Son ríos de rocas incandescentes que salen de dentro de la Tierra.
La roca incandescente se llama lava.
La lava sale del cráter y resbala por la ladera del volcán.
Pero aunque está muy caliente, la lava se enfría rápidamente.
Al enfriarse, la lava se resquebraja y agrieta formando extrañas estatuas de roca, agujas gigantescas o extraordinarias escalinatas.