La planta llamada liquen es un saco de sorpresas.
La primera sorpresa es que el liquen no es una sola planta. Se trata de dos de ellas que se han asociado. Una parece un fajo de filamentos enmarañados. La otra sólo puede verse a través del microscopio. Pero una planta elabora el alimento, mientras que la otra consigue agua. Las dos comparten el agua y el alimento.
La segunda sorpresa es que el liquen no necesita crecer sobre la tierra, como la mayoría de las plantas. ¡El liquen es capaz de vivir sobre las rocas duras y peladas!
La tercera sorpresa es que el liquen puede romper las rocas y transformar parte de ellas en tierra. El liquen produce un zumo fuerte, un ácido. Luego expulsa este ácido a través de muchos pelos diminutos. El ácido corroe la roca y la rompe lentamente hasta que la transforma en tierra.
Liqúenes en una roca |