Los abetos y los demás árboles que la gente compra en Navidad son siempre verdes. No cambian de color ni pierden sus hojas en otoño como los demás árboles. Por esto se llaman árboles de hoja perenne.
Las hojas de un abeto son sus agujas verdes. Estas agujas caen también, pero no todas a la vez, como sucede con otras clases de hojas. Las agujas de los abetos son muy duras. No se hielan en invierno y no pierden el agua tan rápidamente como las otras clases de hojas. Con sólo el agua que guardan en su interior, pueden vivir y estar verdes incluso en invierno.
En verano, el agua (puntos) sube por el tronco del abeto hasta las hojas. Parte del agua se pierde en el aire, pero no tanto como en las demás clases de árboles.
Las raíces no recogen agua en invierno. El agua no circula por el árbol. Pero las agujas se mantienen verdes. Viven sólo del agua que guardan en su interior.