Si miras por un calidoscopio, verás dibujos de cristales de colores.
![](data:image/svg+xml;base64,PHN2ZyB4bWxucz0iaHR0cDovL3d3dy53My5vcmcvMjAwMC9zdmciIHdpZHRoPSI2MjgiIGhlaWdodD0iNjAwIiB2aWV3Qm94PSIwIDAgNjI4IDYwMCI+PHJlY3Qgd2lkdGg9IjEwMCUiIGhlaWdodD0iMTAwJSIgc3R5bGU9ImZpbGw6I2NmZDRkYjtmaWxsLW9wYWNpdHk6IDAuMTsiLz48L3N2Zz4=) | Cuando la luz penetra en el calidoscopio y atraviesa los discos de cristal, choca contra los cristales de colores. Después se refleja en los espejos y salta de uno a otro, atrás y adelante, atrás y adelante, hasta que llega a la mirilla. A cada salto aumenta el número de imágenes de cada fragmento de cristal. |