Una hélice que gira puede servir también de freno. Normalmente, las hélices hacen mover los barcos y los aeroplanos. Pero pueden igualmente aminorar la marcha y detener un barco o un aeroplano si se cambia la inclinación de sus palas o se las hace girar al revés.
En el barco del dibujo 1, las palas de la hélice están inclinadas para empujar el agua hacia atrás y hacer que el barco avance.
En el barco del dibujo 2, se ha invertido la dirección de las palas de la hélice. Ahora empujan el agua hacia delante y mueven el barco más despacio. El barco pierde cada vez más velocidad, hasta que se para, o incluso comienza a marchar hacia atrás.
En el dibujo 3, la hélice gira en sentido inverso. Cuando gira hacia atrás, funciona de la misma manera que cuando se cambia la inclinación de las palas. El barco va cada vez más despacio y se detiene.
Los aviones vuelan a tanta velocidad cuando aterrizan que los frenos de las ruedas se gastarían si los pilotos no pudieran utilizar otro medio para detenerlos. Pero pueden cambiar la inclinación de las hélices para ayudar al frenado del aparato. Los frenos de hélice de un avión trabajan de la misma manera que los de un barco, pero expulsan aire hacia atrás en lugar de agua.
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