Cuando me levanto por la mañana, me pongo un pedazo de carbón, una planta atada con conchas marinas, una porción de savia extraída de un árbol, grandes cantidades de pelo de oveja y, por último, ¡dos trozos de piel que pertenecían antes a una vaca!
Estás pensando que mi aspecto debe ser ridículo,
pero si me vieras dirías que mis vestidos no son raros.
En las páginas siguientes descubrirás objetos y prendas de vestir que provienen del carbón, de la savia de un árbol, de las conchas de mar, del pelo de oveja y de la piel de una vaca.
También descubrirás de dónde sacamos muchas otras cosas que son de uso frecuente.
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