Una vez que los remolcadores han sacado el barco del muelle y lo han llevado al mar abierto, el capitán ordena: «¡Adelante a toda máquina!» Los radiotelegrafistas mantienen contacto con tierra firme, recibiendo y enviando mensajes.
|
En la sala de máquinas el jefe y los maquinistas aceleran los motores y se ocupan de que funcionen perfectamente. Las telefonistas se ocupan de las llamadas telefónicas internas, de un camarote a otro. Además, pueden también poner en comunicación el barco con los lugares más apartados del mundo.
|
Suscríbete
Login
0 Comentarios
Más votado