Los cascos de los bomberos

El trabajo de los bomberos es muy peligroso. La gente los llama cuando hay un incendio, cuando se derrumba una casa, cuando se cae un árbol o un puente, etcétera. Los bomberos acuden con la misión de apagar el fuego y salvar todas las víctimas de estas catástrofes. El casco que llevan tiene la finalidad de proteger su cabeza de todo golpe que pueda herirla y del fuego que cae de los edificios incendiados. Esta protección puede salvar su vida, como ha ocurrido en muchas ocasiones en que el casco protector ha quedado destrozado por los cascotes, mientras que la cabeza del bombero no ha sufrido daño alguno.

En los Estados Unidos, los bomberos que acuden a apagar un incendio llevan unos cascos diseñados para trabajar bajo la lluvia y los chorros de agua. El agua de las mangueras sube a presión, apaga el fuego de los pisos y tejados y cae al suelo. El ala del casco tiene forma de canal y se prolonga por la parte posterior de la cabeza. El agua resbala por la canal y cae a la espalda del bombero, pero éste no se moja porque lleva un impermeable. Así se evita que el agua penetre por su cuello y le moje las ropas.