El cerebro es el centro de control de mi cuerpo. El cerebro está en el cráneo.
El camino por el cual circulan arriba y abajo la mayor parte de los mensajes que llegan a mi cerebro o que salen de él es la medula espinal. La medula espinal se halla en mi columna vertebral.
Los nervios van desde mis músculos y mis órganos hasta la medula espinal. En mi cuerpo hay muchos miles de nervios.
Los nervios llevan mensajes desde mi cerebro hasta mis brazos y mis piernas, mis manos y mis pies, y por eso soy capaz de moverme.
Mis nervios llevan a mi cerebro mensajes acerca de si hace frío o calor, o si me he lastimado.
Cuando uso algunos nervios, lo noto. Otros nervios trabajan siempre, aunque yo no lo note. Llevan mensajes desde mi cerebro hasta el corazón, los pulmones, el estómago, los intestinos y otros órganos. Mi cerebro mantiene a esos órganos en funcionamiento constante. Aunque quisiera parar mi corazón o mis pulmones, no podría.
Hay nervios especiales que llevan información desde mis ojos, mis oídos, mi nariz y mi boca a mi cerebro.
Los niños y las niñas tienen exactamente los mismos nervios en su cuerpo. En la figura se muestran algunos en el niño y otros en la niña para que se vean con más claridad.