Yo voy al médico cuando estoy enfermo. Si estoy muy enfermo, es él quien viene a verme a casa. Me da medicinas. A veces me pone una inyección. Los gérmenes me ponen enfermo. Las medicinas ayudan a rechazar los gérmenes.
Hay veces que voy al médico aun sin estar enfermo. Esta clase de visita se llama revisión.
El médico tiene un estetoscopio que cuelga sobre su pecho. Pone los auriculares en sus orejas, y entonces con el estetoscopio oye los ruidos que hay dentro de mi cuerpo. Por dentro, mi cuerpo hace ruidos muy extraños.
El médico pone el estetoscopio sobre mi pecho. Escucha el ruido que hacen los latidos de mi corazón.
Entonces va moviendo el estetoscopio por mi pecho. Escucha mi respiración.
Mi estómago hace ruido, y el médico también lo escucha.
Los ruidos explican qué pasa dentro de mí. Cuando el médico oye los ruidos sabe que crezco fuerte y sano.
Los sonidos de mi cuerpo explican qué pasa dentro de mí. Pero no lo dicen todo. El médico tiene que mirar también otras cosas.
Dirige una pequeña linterna al interior de mis ojos. La luz le permite verlos por dentro. Así puede decir si mis ojos están bien. Puede darse cuenta de si tengo alguna enfermedad. Entonces leo las letras que están dibujadas en un cartón que cuelga de la pared. El médico también quiere estar seguro de que los orificios de mis orejas están limpios. Quiere estar seguro de que oigo.
A veces hablamos de las clases de alimentos que son mejores para mí. Me dice que duerma mucho y que procure jugar al aire libre. Yo necesito comida, y sueño, y aire libre porque crezco muy deprisa.
El médico tiene en su oficina una ficha con mi nombre. Cada vez que me visita hace unas anotaciones. Me pesa y apunta mi peso en la ficha. Mide mi estatura y anota también cuánto he crecido. Quiere cerciorarse de que mi peso y mi altura son los que corresponden a mi edad.
Yo voy al médico cuando estoy bien para no caer enfermo.
