Supón que te hicieran tan pequeño como un insecto. Supón también que te has colocado en una hoja y guardas completo silencio. De este modo, tal vez oirías gran número de crujidos a tu alrededor. La razón de ello sería que, durante todo el verano, día y noche, miles de millones de insectos mastican continuamente partes de las plantas.
Muchos insectos son realmente enemigos de las plantas. Y a la par son enemigos nuestros, puesto que su alimento es muchas veces el nuestro: maíz, trigo, patatas y fruta.
Hay distintas maneras de proteger las plantas contra los insectos. Ciertas personas emplean líquidos venenosos para ello, pero muchos de esos líquidos son peligrosos. Los jardineros y agricultores saben que una de las mejores maneras de proteger las plantas contra los insectos es servirse de otros insectos.
En un tiempo, unos insectos llamados pulgones destruían los cultivos de alfalfa en California, Estados Unidos. Los agricultores soltaron miles de mariquitas en sus campos. Las mariquitas devoraron a los pulgones y salvaron los cultivos.
Servirse de insectos para luchar contra insectos es una de las maneras menos peligrosas de proteger las plantas. Los científicos están buscando otras maneras. Librarse de los insectos dañinos es muy importante. Pero debe hacerse con cuidado. Todos los insectos, incluso los que atacan a las plantas, ayudan a mantener el equilibrio de la Naturaleza.
Orugas de procesionaria |
Las orugas de procesionaria son enemigos mortales de las plantas. Un nido de estas orugas devora a veces todas las yemas y las hojas tiernas de un árbol. Si esto sucede, el árbol morirá. |