Siéntate como un indio Siéntate como un indio, con las rodillas separadas, encima de una alfombra o del césped. Apoya las manos en el suelo, entre las piernas. Álzate sobre las manos y los pies con las piernas dobladas. Después, apoya la barbilla en el pecho y curva la espalda hacia delante. Date impulso con las piernas y los brazos hasta que empieces a rodar. Cuando des la vuelta, cruza las piernas y termina sentándote. Es preciso que tu cabeza no toque la alfombra. Practica esta pirueta hasta que la hagas apoyándote sólo en los hombros y cargando tu peso en las manos y los brazos. Empieza y termina sentado Siéntate como antes y coloca las dos manos en el suelo, delante de los pies. Avanza la espalda y apoya la barbilla en el pecho. Impúlsate con los pies y las manos para dar la vuelta; mantén dobladas las piernas. Termina sentado. Siempre en pie Empieza de pie y erguido. Después, abre las piernas y agáchate. Adelanta tu espalda y apoya la barbilla en el pecho. Impúlsate con los pies y las manos para dar la vuelta. Mantén las rodillas dobladas hasta terminar la voltereta. Luego, endereza las piernas y ponte otra vez de pie. Voltereta tras voltereta Cuando sepas dar las volteretas anteriores, trata de efectuarlas más deprisa y seguidas, o combinándolas. Impúlsate con las manos y apoya siempre la barbilla en el pecho. | ||
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