En un desierto de Nuevo México, un numeroso grupo de personas se reunió en un refugio subterráneo construido de espeso cemento. A cierta distancia, se alzaba una alta torre de estructura de acero. En la parte superior de la torre había una pequeña maquina que iba a hacer historia.
Eran las cinco y media de la mañana, y el alba comenzaba a despuntar sobre el desierto. De repente, un tremendo relámpago iluminó varios kilómetros de desierto. La torre de acero desapareció en medio de una nube de humo.
Hubo un estruendo terrible, como el mayor rugido que jamás se hubiera oído. Se levanto una enorme nube de fuego de 9,6 kilómetros de altura, que podía ser vista desde una distancia de 290 kilómetros. Esto ocurrió hace casi cuarenta años. Aquel grupo de personas había hecho explotar la primera bomba atómica.
Muchas de las personas que trabajaron para poner a punto la primera bomba atómica eran físicos. Su ciencia es la física, que tiene por objeto el estudio de la materia y la energía.
Los físicos estudian el comportamiento de los átomos, que es de lo que están hechas todas las cosas, desde las estrellas hasta las personas. También estudian cosas como el movimiento, el calor y la luz, y fuerzas como la gravedad, la electricidad y el magnetismo. El trabajo y los descubrimientos de los físicos han contribuido a que tengamos cosas como la energía atómica, los rayos X, la radio, la televisión, la refrigeración y el acondicionamiento del aire, y muchas, muchas más.
Y una buena parte del trabajo de los físicos —a veces, casi todo— se hace con las matemáticas. Sin embargo, las que usan los físicos no se parecen mucho a la aritmética que conoces. Los físicos casi nunca usan números, sino letras y símbolos que representan ideas y fuerzas. Por ejemplo, la ecuación matemática que demostró a los físicos que podían liberar energía atómica es ésta: E = me2.
Dicha ecuación puede que no te diga mucho, pero condujo a la Era Atómica. De hecho, esta “frase” matemática o ecuación dice: “La energía (fuerza) es igual a la masa (una cantidad de materia)
multiplicada por la velocidad de la luz al cuadrado.” Quizá tú no puedas comprender la ecuación, pero un físico sí puede.