¿Sabías que hay números a los que llamamos cuadrados? ¿Por qué? Porque pueden mostrarse o expresarse en forma de cuadrado. No olvides que todos los números están compuestos por unos. Un número como el cuatro, en realidad, representa cuatro unos. Si usas cuatro monedas (o cuentas o botones) para representar los unos, puedes disponer las monedas en forma de cuadrado, porque el cuatro es un número cuadrado.
Si miras los cuadrados de monedas que hay bajo estas líneas, verás los primeros cinco números cuadrados. Hay dos filas de dos monedas cada una en el número cuatro, tres filas de tres monedas cada una en el número nueve. Y así sucesivamente hasta seis filas de seis monedas cada una en el número cuadrado treinta y seis.
¿Cuántas filas de monedas harían falta para
formar el siguiente número cuadrado? ¡Muy bien! Siete filas de siete monedas cada una hacen cuarenta y nueve, que es, efectivamente, el siguiente número cuadrado.
Para elevar un número al cuadrado, toma cualquier número y suma su valor tantas veces como valga el número. En otras palabras: si tomas el seis y lo sumas seis veces, obtendrás un número cuadrado, el treinta y seis.
Cuando sumas números varias veces de esta manera, los están multiplicando. Y ya sabes que en eso consiste la multiplicación: en una manera rápida de sumar muchos números. Así pues, un número cuadrado no es más que un número obtenido multiplicando cualquier número por sí mismo: dos veces dos, tres veces tres, y así sucesivamente. Multiplicar un número por sí mismo se denomina “elevarlo al cuadrado”.