Mi casa es como la tuya
A veces me preguntaba cómo sería un edificio muy grande que hay cerca de casa. Un día fui de visita con mi madre. Vi mesas, sillas, camas y armarios. Entonces le dije al dueño: “Tu casa es como la mía.”
Fui de visita a una casa pequeña. Vi ventanas, puertas, techos, paredes y suelos. Y dije: “Tu casa es como la mía.”
Una casa era grande. La otra era pequeña. Y, sin embargo, las dos eran iguales porque habían sido construidas para que en ellas vivieran personas.
No todo el mundo necesita casas grandes o pequeñas. Mis abuelos tenían un piso muy> grande. Pero sus hijos crecieron y se buscaron pisos propios. Ahora mis abuelos viven en un piso muy pequeño. Es la clase de vivienda que necesitan.
Cuando van de vacaciones a un “camping”, mis tíos viven en una tienda de campaña muy grande. Una casa que se pueda montar y desmontar con facilidad es lo que necesitan entonces.
Mis primos viven en un chalet.
Una casa puede estar hecha de ladrillo, madera, cemento o incluso bloques de hielo. Puede ser grande, pequeña, bonita o fea. Mi casa es un lugar tranquilo. Es el sitio donde como, duermo y reposo. Es un lugar que conozco y al que quiero. Cuando he descansado estoy dispuesto a salir de mi casa para explorar otros lugares. Pero siempre vuelvo a mi hogar.