Un río rodea todo lo que no puede arrastrar.
Evita las rocas, contornea un suelo lleno de raíces de árboles y hace una curva ante un suelo duro y rocoso.
Pero las curvas de un río siempre están cambiando.
Con el paso del tiempo, el agua del río va excavando nuevas curvas y meandros por los que el agua discurre en zig-zag como una serpiente somnolienta que avanza lentamente por el suelo.