Quizá algún día encuentres una piedra brillante y amarilla como el oro.
¿Será oro o no lo será?
¿Cómo harás para saberlo?
Para saber si es oro de verdad bastará que la lleves a un orfebre, un artesano que trabaja con oro y plata.
El orfebre examinará la piedra y la calentará a la llama de un hornillo.
Si es oro verdadero, no sufrirá alteración alguna con el calor.
Si no lo es, empezará a salir de ella humo maloliente y el orfebre te dirá que tu piedra es una pirita de hierro.
No es difícil encontrar piritas de hierro.
Pero las pepitas de oro verdadero no se encuentran todos los días ni en cualquier lugar.
Normalmente, el oro que se halla en la naturaleza no brilla tanto como las piritas ni se encuentra en grandes bloques.
Suele estar mezclado en rocas grisáceas o en forma de pequeños granos o hilitos.
Pero si encuentras una pirita de hierro, guárdala;
quizá puedas hacer creer a tus amigos que has encontrado oro de verdad.
