Los coches frenan por medio de zapatas. Las zapatas del coche son tacos muy resistentes que presionan contra la parte interna del tambor de cada rueda. Este roce de la zapata frena el coche.
Cuando aprietas el pedal de freno, se comprime en un pistón un aceite especial que, atravesando pequeños tubos, transmite la presión ejercida sobre el pedal a los cilindros en el cubo de cada rueda. En cada cilindro, la presión del aceite actúa sobre los pistones que empujan las zapatas contra la parte interna del tambor de la rueda. Las zapatas presionan contra el tambor giratorio y disminuye la marcha del automóvil o se para por completo. Cuando levantas el pie del pedal de freno, un muelle hace retroceder las zapatas de freno.