Es conveniente que padres e hijos se separen ocasionalmente por breve
tiempo. Los padres deberían poder salir una noche o pasar unos días lejos del hogar, sin el agobio de los niños. Y el niño debe aprender a aceptar estas ausencias temporales de sus padres, sin el temor de sentirse abandonado o rechazado. Esto es solamente posible cuando los padres pueden confiar sus hijos al cuidado de una persona formada, eficiente y digna de confianza que ha sido elegida cuidadosamente y sin prisas.
Al dejar un niño al cuidado de una niñera los padres deberían tener la seguridad de que ésta es totalmente capaz de asumir la responsabilidad de la seguridad y las necesidades del niño. Es importante que se la elija cuidadosamente ya sea un adulto o un adolescente, tanto si se le contrata por unas pocas horas como por varios días. Si no se conoce a la niñera que se va a contratar, los padres deberían asegurarse de que pueden confiar en ella. De acuerdo con la edad del niño y el tiempo que los padres van a estar lejos se exigirán cualidades especiales a la niñera. Hay muchas cosas que deben saberse antes de contratar definitivamente a una niñera.
- ¿Le gustan los niños? ¿Los entiende?
- ¿ Gusta ella a los niños ? ¿ La respetan ?
- ¿Tiene mucha experiencia?
- ¿ Cómo reaccionará ante una emergencia ?
- ¿Es una persona física y mentalmente sana?
- ¿ Es limpia y aseada ?
- Su moral y su comportamiento, ¿son aceptables ?
- ¿Tiene sentido del humor?
- ¿Se abstiene de murmurar?
Una niñera competente debería tener poca o ninguna dificultad en lograr que los niños se sientan bien con ella. Sin embargo no puede esperarse que un niño —a excepción de los recién nacidos— acepte inicialmente y sin objeciones los cuidados de una persona extraña. Por eso mismo es buena idea invitar antes a la niñera para que los niños empiecen a conocerla. Mientras ella está en casa, es aconsejable hacer algo habitual en la vida de los niños —jugar con ellos, darles de comer o vestirles— de manera que padres e hijos puedan empezar a establecer relaciones amistosas y personales con la niñera y ésta observe el ritmo normal de la familia, así como los pequeños detalles que forman la actividad cotidiana.
Si esto no es posible conviene procurar que la niñera acuda con cierta antelación en su primer dia de trabajo. Si los padres demuestran que confían en ella y la aprecian, los niños rápidamente la aceptarán. Normalmente el niño se confiará más en la tranquila atmósfera creada por una conversación pacífica. Si por el contrario, todo transcurre entre apresuradas advertencias o instrucciones de última hora, el niño probablemente quedará intranquilo y con la inevitable sensación de que se le deja abandonado.
Durante la primera visita de la niñera deben mostrársele todas las puertas de salida y peligros tales como estufas eléctricas, enchufes, escaleras o puertas oscilantes. También debe indicársele dónde están los termostatos, otros reguladores de temperatura y cómo se manejan. Se le debe decir dónde está la linterna eléctrica para emplearla en el caso de que haya un corte de energía eléctrica. Además, es necesario explicarle el uso de todos aquellos dispositivos o instrumentos que pueda necesitar mientras permanezca al cuidado de los niños.
Del mismo modo conviene informarle de dónde están la despensa, la ropa, las sábanas, los pañales, etc., así como la lista de personas y número de teléfono a los que deberá llamar en caso de urgencia. Esta lista incluirá el nombre del médico de la familia —así como el teléfono de otro médico en el caso de que el médico de la familia estuviera fuera de casa— los nombres y los números telefónicos de varios vecinos y el teléfono de la policía y de los bomberos. Es muy importante que la niñera conozca el teléfono donde pueda llamar a los padres mientras éstos no sstán en la casa.
La niñera cuidará mejor al niño, si conoce sus problemas y hábitos. ¿Cómo duerme el niño? ¿ Duerme tranquilo ? ¿ Grita cuando duerme ? ¿ Es preciso despertarle para que haga sus necesidades? ¿Necesita su juguete favorito para dormirse!
Es útil que la niñera conozca qué libros, cuentos o discos son los favoritos del niño. A veces una cmción familiar o un cuento, tranquilizan a un niSo que echa en falta a su madre.
Cuando la niñera debe acostar a niños de varias edades, es conveniente indicarle cuál es la cama de cada uno. Y también qué tipo de comida y bebida toma el niño antes de ir a la cama. Si el niño es un lactante es preciso dejar los biberones preparados para todo el tiempo que se va a estar fuera e indicar a la niñera de qué modo se calienta y cómo hay que dárselo al niño.
La niñera se sentirá más cómoda si se le ofrece la comida y se le indica qué cosas tiene derecho a tomar mientras esté en la casa.
Cuando una niñera va a estar en casa durante varios días, necesita una lista completa de las actividades, deberes y costumbres del niño. La niñera debería saber si el niño puede jugar con amigos después de la escuela, cuántos pueden venir a jugar a la casa y qué juegos se les permiten. También deberá saber si el niño lleva ropas especiales al salir de casa, Y además qué programas de televisión le están prohibidos al niño y todo este tipo de reglas familiares que el niño cumple cuando está con sus padres.
Si la niñera es escogida con cuidado y tanto los padres como la niñera respetan sus obligaciones y responsabilidades, entonces es seguro que las relaciones entre ambos serán satisfactorias.
Lo que la niñera debería saber
■ El número de teléfono donde los padres pueden ser avisados.
■ El número de teléfono del médico de la familia y el nombre y el número telefónico de su sustituto.
■ El número de teléfono y el nombre del vecino más cercano.
■ Cómo manejar la estufa y otras cosas que pueda necesitar.
■ Dónde están la despensa, la ropa y las mantas y sábanas.
■ Dónde se guarda la linterna eléctrica o las bujías para el caso que haya un corte de fluido eléctrico.
■ Los números de teléfono de la policía y de los bomberos.
■ Dónde se halla el botiquín de primeros auxilios.
■ Cualquier problema especial o hábito que el niño tenga.
■ Los programas de televisión que el niño puede ver.
■ Los derechos que ella tiene en la casa.