La elección de Alí Kwazoor

El príncipe Alí Kwazoor, del Zuristán, regresaba de un largo y peligroso viaje. Había navegado por mares tormentosos, atravesado ardientes desiertos y vencido a feroces dragones y monstruos diabólicos. Pero ahora, el viaje tocaba a su fin. Acababa de llegar a la Montaña de la Oscuridad. Y allí, en una cueva, estaba el motivo de su largo y peligroso viaje, lo que había ido a buscar: ¡el gran Tesoro de Samarcanda!

Al entrar el príncipe Alí en la cueva, brilló el rayo y rugió el trueno. De repente, apareció un anciano vestido con una flotante túnica.

—¡Deténte, príncipe Alíl —gritó el anciano—. Soy el hechicero de Hind, el guardián del gran tesoro. Debes vencer una última prueba antes de adueñarte del Tesoro de Samarcanda.

El hechicero extendió sus manos. En cada mano había una caja. Una era roja y la otra amarilla.

—En la caja roja hay cuatro piedras: una negra y tres blancas —dijo el hechicero—. En la caja amarilla hay siete piedras, tres negras y cuatro blancas. Sin mirar, has de tomar una piedra de una de las cajas. Si eliges una piedra negra, el tesoro es tuyo. Pero si te sale una blanca, te convertirás en estatua de piedra.

¿Qué harías tú si fueras el príncipe Alí? Desde luego que tomar una piedra negra sería pura suerte. Pero ¿qué caja ofrecía mayores posibilidades de agarrar una piedra negra? Alí meditó un momento. En seguida halló la respuesta. ¿Sabes por qué caja se decidió?

En la caja roja había cuatro piedras, una de ellas negra. Eso significaba para Alí una posibilidad entre cuatro de agarrar la piedra negra. La caja amarilla tenía siete piedras, tres de ellas negras. Eso representaba para Alí tres posibilidades entre siete. Por supuesto que tres posibilidades entre siete, o 3/7, es más que una posibilidad entre cuatro o 1/4. Así pues,

Alí escogió una piedra de la caja amarilla.

Puedes comprobar que 3/7 te ofrecen más posibilidades que 1/4. Pon siete papelitos, cuatro blancos y tres de colores, en una caja o un sombrero. Sin mirar, saca un papelito y vuelve a meterlo luego. Hazlo cincuenta veces. Apunta cada vez que saques un papel de colores.

Repite la operación, pero esta vez con cuatro papelitos, tres blancos y uno de color. Verás que sacarás más veces los papelitos de colores de la caja de siete papelitos que de la caja que tiene cuatro.

Pero ¿qué fue del príncipe Alí? Bien, sacó una piedra negra, naturalmente, y se llevó el gran Tesoro de Samarcanda.

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