Hay agua corriente como la que sale del grifo y de las mangueras.
Esta agua es líquida.
Hay agua dura y fría, como el hielo
que se usa para enfriar una bebida.
Esta agua es sólida.
A tu alrededor
hay agua que no puedes ver.
Si llenas una cacerola de agua
y la pones al fuego,
el agua se convertirá en vapor.
El vapor de agua es gas.
Pero el agua no es lo único
que puede ser sólido, líquido o gaseoso.
Las galletas, los bizcochos,
los manillares de bicicleta,
las camisas, los zapatos, los libros,
las rocas y muchas más cosas
están hechas de materias
que pueden ser sólidas,
líquidas o gaseosas,
si las calientas o enfrías suficientemente.